lunes, 16 de diciembre de 2013

Vuelve

Te veo tumbada en el sofá, dormida, con la media sonrisa de los sueños, con la mano apoyada bajo tu cabeza. Sonrío. A medias. Miro a través de la ventana y apenas puedo ver el sol tras las nubes. ¿Qué pasó? ¿Qué hice mal? ¿Por qué el mundo gira tan deprisa? Preguntas sin respuesta, preguntas respondidas ya quizá, preguntas que no necesitan respuesta. Respuestas que ya cansan, respuestas que ya ni siquiera te crees. ¿Cuánto más? Quizá sea solo cuestión de dar. No puedes exigir lo que no das, pero ¿cuánto más hay que dar cuando ya lo has dado todo? Cuando es probable que no te quede nada más por dar. Cuando las sonrisas desaparecen y aparecen los reproches, los tú y los yo que sustituyen a un nosotros que nunca debió irse. ¿Donde se perdió? Quizá fue en tu mirada, o en la mía, quizá se perdió a través de la ventana, aquella que nos muestra el mismo cielo que nos une y que a la vez nos hace cada día estar más lejos. Te echo de menos. Vuelve.

El sofá sigue vacío una tarde más y tu recuerdo es un espejismo que se desvanece como el atardecer. Me siento solo. A medias. Se que mañana volveré a imaginarte, como cada tarde, que volverás a estar ahí por mi. Todo seguirá como cuando aún mirábamos en la misma dirección, cuando los días no dolían, cuando las tardes eran nuestras y no tuyas y mías, cuando una mirada decía más que una larga conversación. Duele. A medias.

Tu recuerdo sigue aquí, aunque tú y yo sabemos que no vas a volver.



1 comentario:

  1. Avanzar es a veces complicado cuando se arrastra un tráiler de recuerdos...

    Después del invierno llegará la primavera.

    Salud.

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