lunes, 18 de marzo de 2013

CuentaCuentos: “Supongo que cambié inspiración por felicidad”

Supongo que cambié inspiración por felicidad. Inspiración e ilusión. Ese torbellino de mariposas que se forma en mi estómago cada vez que nuestras miradas se cruzan, que se asoman a mis ojos para verte sonreir y aumentan mis pulsaciones cuando te acercas. Se esconden detrás de mis mejillas sonrosadas, detrás de mis ganas de llenarte los labios de recuerdos, quietas. Tú me ves pero no me miras, la miras a ella. Quizá tus mariposas se asomen también a mirarla, creando ese brillo especial en tus preciosos ojos marrones. Tu sonrisa es más grande cuando ella sonríe, sobre todo si son tus palabras las que provocan su sonrisa. ¿Y qué puedo hacer yo si solo soy una niña que juega a ser mujer? Una niña que cada noche susurra tu nombre en sus sueños y cada mañana al despertar, te imagina durmiendo a su lado. Tú, mientras, despiertas en otra cama, dibujando historias en su espalda desnuda. Ella te da estabilidad y yo solo puedo darte sonrisas para desayunar, besos para almorzar, cosquillas para merendar y amor para cenar, cosas de niñas. Vosotros os amais y os haceis daño, cosas de adultos. Yo mientras tanto sigo pensado que las mejores guerras son las de almohadas, que la mayor distracción son tus labios y que el mejor castigo es que me retengas entre tus brazos sin posibilidad de moverme. Lloro abrazada a mi peluche favorito, le he hablado tanto de ti que me ha dicho que quiere conocerte, algún día, le prometo, mientras me prometo a mi misma que será la ultima vez que llore por ti. Ella te hace feliz y yo nunca tendré la posibilidad de intentarlo. Cambié mi inspiración por tu felicidad, sin duda, todos salimos ganando. 


Todo esto y más, gracias al CuentaCuentos

5 comentarios:

  1. Los desencuentros amorosos... Una vez de jovencito, vamos de niño me pasó algo parecido...
    Besotes.
    Mundoyas

    ResponderEliminar
  2. Volver a ser un niño...que cantaban Los Secretos. A veces en el amor somos un poco niños todos...sobre todo cuando no nos corresponden como nos gustaría.

    Pero ya llegarán otros niños que quieran compartir infancias :-)

    Jode reconocerlo pero tu historia me puso tonto.

    Abrazotees.

    ResponderEliminar
  3. Que sensación tan familiar, cuando eres un crío/a y suspiras por el que te ve sólo cómo eso. Esos peluches están llenos de lágrimas. Me ha encantado. Un besazo!

    ResponderEliminar
  4. Muy bonito.Me ha dejado un poquillo tonta a mi tb.
    que duro es sonreir a alguien que sonríe a otra.

    ResponderEliminar
  5. Bonito relato, esa sensación de tener que dejar a quien deseas 'atar' a tu lado.

    Un abrazo

    ResponderEliminar