domingo, 6 de enero de 2013

 
Antes de estrellarse contra el suelo, la miró con asombro. 
                  
Saltaremos juntos - le había asegurado la bella bellisima - Una. Dos. Y tres. 
Y él se precipitó. Y la bella bellísima le soltó la mano. 
                   
Y desde lo alto, asomada bellísima en azul, le juró que le amaría hasta la muerte.

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